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La actualidad de nuestra entidad y las últimas novedades en financiación a la I+D+I.
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El EIC Accelerator se adentra en 2026 con modificaciones que impactan directamente en la manera en que las empresas deben organizar su estrategia tecnológica, financiera y de crecimiento. Aunque la esencia del programa permanece: tecnologías de deep tech, alto riesgo y potencial transformador, los cambios implementados en el Work Programme 2026 requieren una preparación más rigurosa y coordinada a nivel técnico, empresarial y de inversión: simplificación del proceso e integración de la due diligence en una fase temprana del proceso.
La CE ha confirmado que el presupuesto total se situará en torno a 630–640 millones de euros, con una distribución que refuerza la modalidad Open y mantiene los Challenges en un conjunto muy restringido de prioridades estratégicas vinculadas a la autonomía tecnológica y la transición verde. Para muchas empresas, esto significa redefinir la narrativa del proyecto y evaluar cuidadosamente la adecuación a las nuevas dinámicas de evaluación.
Uno de los cambios más significativos es el aumento del peso del EIC Accelerator Open, que absorbe una mayor proporción del presupuesto total, en comparación con el EIC Accelerator Challenges, que tendrá una asignación de 220-250 millones de euros. Estos desafíos se centran en áreas muy específicas: materiales avanzados para energías renovables y almacenamiento, tecnologías disruptivas para fusión, biotecnología aplicada a suelos agrícolas, fortalecimiento de cadenas de valor en materias primas críticas y deep tech para adaptación climática.
El proceso de evaluación avanza hacia un formato más ágil. Los formularios del full proposal serán más breves y permitirán reutilizar parte del contenido presentado en el short application. Además, se introduce una due diligence en la fase de solicitud, previa al jurado, que revisará de manera anticipada el nivel de TRL, la propiedad intelectual, la coherencia del plan de mitigación de riesgos y la justificación técnica del escalado.
Simultáneamente, la calendarización de cortes (batching) será más regular, lo que beneficia a las empresas que planean su presentación dentro de una estrategia financiera más amplia.
Las modificaciones del EIC Accelerator 2026 responden a una combinación de prioridades políticas europeas: autonomía estratégica, transición verde y competitividad en deep tech frente a Estados Unidos y Asia. Por lo tanto, se espera que las empresas demuestren una tecnología disruptiva y una capacidad real para contribuir a cadenas de valor críticas para Europa.
Para las empresas, esto implica contar con una tecnología lo suficientemente robusta, un plan de negocio creíble y un modelo de escalado coherente con el mercado europeo. Debe quedar claro por qué la innovación propuesta refuerza la posición de Europa en áreas como almacenamiento energético, materias primas críticas, bioeconomía o energías limpias.
La diferenciación entre las dos modalidades se vuelve crucial:
Un error común es “forzar” artificialmente la adecuación a un Challenge. La recomendación para 2026 es clara: si la propuesta no responde de manera inequívoca al topic, la ruta más sólida es el Open.
El Accelerator sigue enfocado en startups y pymes en fases de validación, demostración e industrialización, con tecnologías entre TRL 5–6 y TRL 8–9. Para 2026, las empresas deberán: presentar pilotos sólidos con datos verificables, aportar un plan claro de industrialización y demostrar que el acceso al mercado puede lograrse en un horizonte de dos a tres años.
Los evaluadores prestan especial atención al equipo. Se espera una combinación equilibrada de capacidades técnicas y empresariales, con perfiles experimentados en escalado industrial o sectores regulados.
Una estructura de gobernanza profesional, un pacto de socios claro y una distribución accionarial estable son elementos que pueden diferenciarte en fases de jurado. Para empresas muy enfocadas en la tecnología, 2025–2026 es el momento de incorporar perfiles comerciales, regulatorios o de desarrollo industrial.
El esquema de financiación combinada seguirá siendo el formato principal: hasta 2,5 millones de euros en subvención, más equity generalmente entre 0,5 y 10 millones de euros gestionados por el EIC Fund. Las modalidades grant only y equity only continuarán existiendo, pero serán excepcionales.
Para estar preparadas, las empresas deberán:
Los nuevos formularios de 2026, más concisos, obligan a priorizar datos, análisis y lógica de negocio. La narrativa debe centrarse en los hitos técnicos, el mercado objetivo, los riesgos y la estrategia de escalado.
La due diligence técnica anticipada obliga a preparar con antelación la documentación de patentes y acuerdos de propiedad intelectual. También se deberán elaborar los informes de ensayo, certificaciones y resultados de validación. Además, resaltar el análisis de mercado y métricas financieras (TAM/SAM/SOM, unit economics preliminares), y por último, tener en cuenta los riesgos tecnológicos con planes de mitigación detallados.
Para aquellos que opten por los retos, la adecuación tecnológica debe traducirse en resultados verificables. Por ejemplo:
El EIC está fortaleciendo su lógica de portafolio, combinando fases desde Pathfinder y Transition hasta STEP Scale Up. Las empresas provenientes de estos programas disponen de vías aceleradas hacia el Accelerator.
El instrumento STEP Scale Up, orientado a rondas de inversión más elevadas, cobra mayor relevancia para empresas deep tech que buscan escalar rápidamente en sectores como energía, biotecnología o digital.
El EIC Accelerator 2026 conserva el mismo ADN (deep tech, alto riesgo, alto impacto), pero llega con ajustes clave: mayor peso del Open, desafíos muy centrados en la transición verde/estratégica y un proceso de evaluación más ágil y exigente. Preparar tu empresa para 2026 implica alinear tecnología, modelo de negocio, equipo e inversión con este nuevo contexto, no solo “elaborar una buena propuesta”. Si buscas a alguien que te asesore, consúltanos ahora. Es el momento.
El crecimiento de la Open Science en Europa ha transformado la forma en que se comparten, analizan y reutilizan los datos de investigación. En este marco, la gestión de datos sensibles se ha vuelto un aspecto fundamental para aquellos que manejan información personal, clínica, socioeconómica o empresarial. La necesidad de encontrar un equilibrio entre la apertura, la reproducibilidad y la protección de derechos fundamentales se ha intensificado con la implementación del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y las exigencias de programas como Horizon Europe. Este marco exige el diseño de proyectos que aseguren transparencia y reutilización, sin comprometer la privacidad ni la seguridad jurídica.
En Open Science, se consideran sensibles los datos personales (especialmente los relacionados con la salud, genómicos o que involucran a grupos vulnerables) y aquellos cuyo uso inapropiado podría resultar en discriminación, daño a la reputación o pérdidas económicas. También se incluyen datos confidenciales de empresas y organismos públicos, así como información estratégica sujeta a acuerdos de confidencialidad.
El paradigma europeo actual no promueve una apertura sin límites. La tendencia predominante, adoptada por Horizon Europe y diversas agencias de financiación, es “tan abierto como sea posible, tan cerrado como sea necesario”. Esto significa publicar metadatos abiertos siempre que sea posible, proporcionar información derivada o agregada y, cuando el riesgo lo requiera, permitir acceso controlado a través de comités de revisión o acuerdos específicos. Así, incluso cuando los datos no puedan hacerse públicos, pueden seguir siendo FAIR si están correctamente descritos y accesibles bajo condiciones claras.
El RGPD establece las condiciones legales para el tratamiento de datos personales, incluyendo bases legítimas de tratamiento, minimización, seudonimización, anonimización y evaluaciones de impacto en protección de datos cuando hay un riesgo significativo. Las legislaciones nacionales y las directrices institucionales complementan estas obligaciones con requisitos éticos adicionales.
Los principios FAIR —que exigen que los datos sean localizables, accesibles, interoperables y reutilizables— no obligan a una apertura total. Permiten que conjuntos de datos sensibles estén disponibles a través de procedimientos de solicitud, repositorios con control de acceso o entornos seguros. Esto facilita que la comunidad investigadora cumpla con los mandatos de transparencia sin infringir el marco legal.

Uno de los principales retos es el riesgo de re-identificación. A pesar de que se eliminen identificadores directos, la combinación de variables puede permitir inferir la identidad de los participantes, especialmente en muestras pequeñas o en investigaciones con grupos específicos.
La tensión entre reproducibilidad y confidencialidad también genera dilemas prácticos. Las revistas científicas y financiadores exigen acceso a datos y código, mientras que las oficinas de protección de datos y los comités éticos solicitan restricciones más severas. Esta dualidad puede llevar a decisiones apresuradas: desde publicar datos insuficientemente anonimizados hasta cerrar completamente el acceso, limitando el valor científico del trabajo.
Además, se presentan la falta de formación especializada, la complejidad de redactar consentimientos informados que consideren la reutilización futura y la fragmentación de infraestructuras seguras entre países e instituciones.
La gestión de datos sensibles debe ser planificada desde el principio. Los Data Management Plans (DMP), requeridos por Horizon Europe, permiten identificar qué datos se generarán, qué nivel de sensibilidad tendrán y qué condiciones se aplicarán para su acceso, almacenamiento y reutilización.
Los DMP más sólidos reflejan:
Las técnicas avanzadas de anonimización incluyen la agregación de variables, la generalización de categorías o la perturbación estadística. En proyectos con datos especialmente sensibles, pueden emplearse métodos como la privacidad diferencial, aunque su uso requiere experiencia técnica.
La seudonimización —sustituir identificadores por códigos— sigue estando bajo el RGPD, ya que permite revertir el proceso si existe una clave. Por esta razón, suele utilizarse para análisis internos o entornos de acceso restringido. En el contexto de open science, es común combinar conjuntos de datos anonimizados de manera robusta para compartir abiertamente, dejando la versión seudonimizada en repositorios con acceso controlado.
Uno de los avances más significativos en Europa es la consolidación de los Trusted Research Environments (TRE), que se están integrando progresivamente en la European Open Science Cloud (EOSC). Estos entornos permiten analizar datos sensibles sin necesidad de transferirlos, aplicando un modelo de “llevar el algoritmo al dato”. Su uso se está extendiendo en proyectos europeos enfocados en datos biomédicos, observación de la Tierra o ciencias sociales.
Iniciativas como EOSC ENTRUST buscan armonizar estos entornos a nivel europeo mediante un marco común de interoperabilidad técnica y legal. A su vez, proyectos como SIESTA trabajan en herramientas para anonimización, control de acceso y análisis reproducible en la nube, facilitando que instituciones más pequeñas accedan a infraestructuras de alta seguridad.
Además de los repositorios institucionales con opciones de acceso restringido, plataformas como el Open Science Framework permiten gestionar salidas derivadas de datos sensibles siguiendo principios FAIR. Algunas instituciones ofrecen catálogos de servicios de anonimización y asesoría especializada en protección de datos, así como plantillas de DMP adaptadas específicamente a contextos de datos sensibles.
La combinación de estos recursos contribuye a cumplir tres objetivos fundamentales: protección legal, apertura razonable y un uso más amplio de los resultados de investigación.
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La implicación de la ciudadanía en la investigación se ha establecido como un enfoque que mejora tanto la producción científica como su relevancia social. La ciencia ciudadana posibilita que individuos sin formación especializada colaboren en la creación de conocimiento mediante observaciones directas, análisis de datos, diseño de actividades o difusión de resultados. La innovación social, por su parte, ofrece metodologías para enfrentar desafíos públicos a través de procesos colaborativos entre académicos, administraciones, empresas y organizaciones civiles. La fusión de ambas prácticas amplía la importancia de la ciencia y refuerza su influencia en políticas y comunidades.
La interrelación entre ciencia ciudadana e innovación social está dirigida hacia la cocreación de soluciones con un impacto concreto. La Comisión Europea ha respaldado esta perspectiva desde Horizon 2020, mediante iniciativas que fomentaron la investigación participativa bajo el programa “Science with and for Society”. En este sentido, Horizon Europe continúa apostando por metodologías abiertas, introduciendo temas donde la colaboración ciudadana es un elemento fundamental, especialmente en biodiversidad, monitoreo ambiental, salud pública o justicia social.
Estas prácticas responden a una demanda europea de ciencia más accesible, transparente y centrada en resolver problemas reales. Su implementación demuestra que la ciudadanía proporciona datos de alta calidad, identifica prioridades de investigación y ayuda a validar los resultados en contextos donde las soluciones científicas necesitan aceptación social.
La participación ciudadana amplía la escala y diversidad de los datos recopilados en un proyecto. Las observaciones distribuidas (comunes en estudios de biodiversidad, meteorología o salud ambiental) permiten abarcar áreas geográficas extensas y aumentar la frecuencia de muestreo. Además, la definición conjunta de las preguntas de investigación contribuye a orientar hipótesis más alineadas con las necesidades de las comunidades.
Otro beneficio notable es la adopción de los resultados. Cuando la ciudadanía participa desde las etapas iniciales, hay una mayor disposición a implementar las soluciones propuestas, ya sea en políticas locales, hábitos de consumo o acciones de conservación. La participación activa fortalece la alfabetización científica y mejora la percepción de la ciencia como un proceso abierto y útil.
Un proyecto con participación ciudadana requiere una planificación ética rigurosa. La gestión de datos debe asegurar la privacidad, la anonimización y la transparencia en el uso de la información recopilada. Los protocolos de consentimiento informado y la claridad sobre los derechos de propiedad intelectual son fundamentales.
La inclusión es otro pilar. Para evitar sesgos, es conveniente diseñar actividades accesibles, abordar barreras tecnológicas y lingüísticas, e incorporar medidas de igualdad de género y diversidad social. Este enfoque favorece una participación más representativa y mejora la calidad de los resultados obtenidos.

Una integración efectiva comienza en la fase de diseño del proyecto. Incluir a representantes comunitarios en las reuniones iniciales permite alinear expectativas y establecer un reparto claro de responsabilidades. Las actividades formativas son esenciales para facilitar la participación significativa de personas no expertas: guías breves, talleres prácticos y acompañamiento técnico aumentan la calidad del trabajo colaborativo.
El uso de plataformas digitales abiertas ayuda a gestionar datos, coordinar tareas y mantener la comunicación entre participantes. Además, los modelos de gobernanza compartida favorecen la transparencia y reducen fricciones organizativas. En el ámbito europeo, redes como la European Citizen Science Association facilitan buenas prácticas, herramientas y oportunidades de colaboración para nuevos proyectos o en desarrollo.
Horizon Europe continúa incorporando líneas donde la ciencia ciudadana tiene un papel destacado, especialmente en investigación ambiental, salud pública y programas experimentales de gobernanza participativa. Algunas convocatorias utilizan subvenciones en cascada, permitiendo que entidades pequeñas —incluidas asociaciones locales— accedan a financiación de manera ágil. Esta tendencia probablemente seguirá en el futuro FP10, donde se anticipa una línea específica para apoyar modelos de ciencia ciudadana y metodologías participativas.
El programa EU4Health también integra acciones de participación social en salud pública, complementando las iniciativas de Horizon Europe. A través de proyectos piloto, actividades formativas y plataformas de datos compartidos, se fomentan prácticas que permiten a comunidades locales participar en la vigilancia, prevención y respuesta sanitaria.
La innovación social añade un componente necesario para trasladar los hallazgos científicos a soluciones aplicadas. Modelos como los living labs, laboratorios urbanos o plataformas de co-diseño permiten experimentar con prototipos, medir su aceptación social y facilitar su adopción por parte de administraciones y organizaciones sociales. En áreas como movilidad sostenible, calidad del aire o gestión de recursos, estos entornos han demostrado que la colaboración entre ciudadanía y ciencia produce respuestas más ajustadas a la realidad.
Además, esta dinámica incrementa las posibilidades de replicabilidad y escalado. La innovación cocreada con usuarios se adapta mejor a diferentes territorios y presenta un menor riesgo de rechazo, aspectos especialmente valorados en convocatorias europeas que evalúan impacto y sostenibilidad.
Las tendencias actuales indican que la participación ciudadana avanzará hacia modelos más estructurados. La discusión para el próximo marco FP10 incluye la creación de líneas específicas de financiación para proyectos liderados por comunidades, así como el fortalecimiento de las plataformas digitales que permiten procesar datos voluntarios en áreas como biodiversidad, salud ambiental y ciencia abierta. Para universidades, centros de investigación y entidades públicas, esto implica mejorar capacidades internas en participación, evaluación de impacto social y coordinación de voluntariado científico.
Existen múltiples convocatorias centradas en ciencia ciudadana, una de las que se ha abierto recientemente es la Convocatoria de Ayudas 2025 “Andalucía Mejor con Ciencia” de La Fundación Descubre y la Universidad Pablo de Olavide, cofinanciada por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y en colaboración con la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), que seleccionará ocho proyectos en este ámbito que se desarrollarán durante 2026 y 2027.
¿Te gustaría llevar a cabo la integración de la ciudadanía en tu investigación? ¿O estás interesado en participar en una convocatoria de ciencia ciudadana o innovación social? En SACSIS diseñamos procesos participativos con rigor ético, metodológico y organizativo que permiten generar conocimiento más útil para tu proyecto. Además, te apoyamos y asistimos en la redacción de propuestas donde superamos el reto de traducir la participación en impacto medible y estrategias de co-diseño. Contáctanos.
La incorporación de tecnologías digitales y modelos de transporte sostenible en las urbes presenta oportunidades comerciales significativas para empresas tecnológicas, integradoras de sistemas, operadores de transporte y proveedores de infraestructuras. En 2025–2026 existen instrumentos públicos a diversos niveles (europeo, nacional y regional) que financian desde laboratorios urbanos y sandboxes hasta demostradores a gran escala. En este artículo proporcionamos un panorama práctico de las fuentes de financiación disponibles o previstas, los perfiles de proyecto que mejor se adaptan y recomendaciones para maximizar las posibilidades de éxito.
Las ciudades inteligentes (Smart Cities) integran sensores, gemelos digitales, plataformas de datos y herramientas de inteligencia artificial para optimizar los servicios urbanos, mientras que la movilidad sostenible prioriza modos limpios, intermodalidad y una gestión más eficiente del transporte. La estrategia europea de movilidad sostenible e inteligente define un amplio conjunto de acciones para acelerar la electrificación, la digitalización del transporte y la interoperabilidad entre modos. Estas directrices establecen las prioridades de financiación y los criterios que generalmente consideran los evaluadores: impacto en emisiones, escalabilidad, interoperabilidad y alineación con planes urbanos.
A nivel europeo, el Digital Europe Programme cuenta con fondos destinados a implementar capacidades digitales en administraciones y empresas (incluyendo IA, cloud y soluciones para gemelos digitales) con un presupuesto asignado de 1.300 millones de euros para 2025–2027. Estas líneas facilitan que soluciones tecnológicas para la gestión urbana o sistemas ITS (Intelligent Transport Systems) obtengan apoyo para su implementación y adopción pública.
En el ámbito de infraestructuras y conectividad, el Mecanismo Conectar Europa (CEF) financia proyectos transeuropeos de transporte inteligente. España recibió aproximadamente 42,1 millones de euros en la convocatoria 2024 para fomentar una red más eficiente y sostenible, lo que abre oportunidades para integradores y operadores involucrados en proyectos transfronterizos o de interoperabilidad.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR / NextGenerationEU) sigue canalizando inversión hacia la digitalización y descarbonización del transporte. Hasta el 30 de junio de 2025 se habían ejecutado 245,9 millones de euros en proyectos de transporte sostenible y digitalización, con un componente significativo de financiación para empresas privadas que desarrollan soluciones aplicadas.
A nivel nacional, España ha lanzado convocatorias específicas para ciudades y territorios inteligentes. El Programa de Impulso a las Ciudades y Territorios Inteligentes para el Fomento del Desarrollo Económico y Productivo, gestionado por Red.es, pone a disposición 87 millones de euros para infraestructuras tecnológicas urbanas (laboratorios urbanos, sandboxes, centros de experimentación y plataformas de ciudad) con proyectos típicamente en el rango de 1,5–6 millones de euros por iniciativa, y con requisitos orientados a la utilización de IA y gemelos digitales. Estas convocatorias están dirigidas a entidades locales y agentes que puedan gestionar demostradores en un entorno real.
Para las empresas tecnológicas, la intersección entre Digital Europe, CEF y fondos nacionales crea varias rutas posibles. Las más comunes son: i) participar como proveedor tecnológico en consorcios liderados por administraciones locales para sandboxes y living labs; ii) liderar proyectos de I+D en colaboración con centros urbanos que actúen como anfitriones de demostradores; iii) acceder a subvenciones para la implementación de soluciones digitales que mejoren la eficiencia operativa de servicios urbanos (gestión de flotas, optimización de rutas, plataforma de datos urbanos). La combinación de financiación europea y cofinanciación nacional o regional suele ser la vía más efectiva para proyectos con componente de infraestructuras.
Las empresas del sector de la movilidad pueden beneficiarse especialmente si presentan soluciones que integren baterías, recarga inteligente, electrificación de flotas y sistemas de interoperabilidad multimodal. Los proyectos que demuestren reducción de emisiones, disminución de congestión o mejoras en seguridad tienden a obtener mejores puntuaciones en las convocatorias dirigidas a transporte sostenible y transformación urbana.
Primero, alinear la solución con las prioridades del financiador: demostrar impacto climático, replicabilidad y escalabilidad. Segundo, formar consorcios con perfiles completos: administración local (anfitrión del demostrador), proveedor tecnológico, operador de transporte o energía y un centro de evaluación (universidad o centro tecnológico). Tercero, incluir desde el principio un plan de datos que aborde interoperabilidad, gobernanza y cumplimiento normativo (protección de datos y ciberseguridad).
En términos financieros, explique claramente la estructura de cofinanciación: porcentaje solicitado, aportación propia y otras fuentes (fondos regionales, inversores privados). Para convocatorias como Red.es o CEF, adjuntar cartas de compromiso de la autoridad local y memorias técnicas del piloto acelera la evaluación. Asimismo, preparar indicadores de impacto (reducción de toneladas de CO₂, coste por viajero-km, mejora en tiempos de viaje) facilita la justificación del retorno socioeconómico.
Aprovechar los Info Days y jornadas de brokerage que organiza la Comisión Europea, los ministerios nacionales y las comunidades autónomas permite identificar socios y clarificar requisitos técnicos. Los Puntos Nacionales de Contacto (NCP) para proyectos europeos ofrecen asesoramiento específico. Además, documentar desde fases tempranas la replicabilidad y el plan de negocio para la post-demostración (mantenimiento, modelo de ingresos) mejora la viabilidad percibida por evaluadores e inversores.
Además, SACSIS cuenta con amplia experiencia en la preparación y elaboración de proyectos de ciudades inteligentes y movilidad sostenible. Contáctanos y te apoyamos en tu desarrollo.
El crecimiento del almacenamiento mediante baterías se ha transformado en un componente clave de la estrategia europea para integrar energías renovables, gestionar picos de demanda y asegurar la resiliencia del sistema eléctrico. Para empresas e investigadores, el ecosistema de financiación europeo ofrece en 2025–2026 una serie de oportunidades relevantes: convocatorias de Horizonte Europe (Cluster 5) relacionadas con la asociación Batt4EU, programas de la Comisión y agencias nacionales que gestionan fondos estructurales, así como mecanismos de inversión a gran escala como el Innovation Fund. La combinación de estas fuentes permite llevar a cabo proyectos desde la investigación precompetitiva hasta demostraciones industriales y despliegues a gran escala.
Horizonte Europe, a través del WP 2026 en el Cluster 5, presenta diversas líneas enfocadas en baterías y almacenamiento. Las convocatorias abiertas en septiembre de 2025 incluyen topics co-programados con la European Partnership on Batteries (Batt4EU), abarcando desde el desarrollo de materiales y celdas más sostenibles hasta metodologías avanzadas para pruebas y evaluación de envejecimiento. Estos topics tienen fechas límite en enero y febrero de 2026, lo que los convierte en oportunidades inmediatas para consorcios que deseen acceder a financiación para I+D e innovación a corto plazo.
Dentro de Batt4EU se destacan varias convocatorias con presupuestos significativos y objetivos claros. Por ejemplo, los topics publicados bajo HORIZON-CL5-2026-01 incluyen iniciativas para integrar materiales avanzados, diseño de celdas y procesos de fabricación orientados a la movilidad, así como convocatorias para pruebas virtuales y aceleradas de envejecimiento y seguridad. Planificar la participación requiere atender a los requisitos técnicos y de impacto que Batt4EU prioriza (sostenibilidad de materiales, seguridad, circularidad y escalabilidad).
Además de Horizonte Europe, las administraciones nacionales también están activando líneas de apoyo a nivel nacional y regional que favorecen tanto el despliegue como la industrialización. En España, por ejemplo, se anunció en octubre de 2025 la asignación provisional de 839,7 millones de euros de fondos FEDER 2021–2027 a 143 proyectos preseleccionados para almacenamiento energético, abarcando baterías estacionarias, sistemas híbridos y soluciones de almacenamiento térmico. Esta inyección pública permite a empresas y consorcios combinar financiación europea con ayudas nacionales para acelerar la implantación de capacidad de almacenamiento en el territorio.
El paquete de financiación europeo no se limita a subvenciones competitivas. El Innovation Fund lanzó en 2024–2025 convocatorias específicas orientadas a tecnologías net-zero, incluida una llamada centrada en la fabricación de celdas de baterías (IF24 Battery). Aunque los plazos de esa ronda correspondieron a 2024–2025, el mecanismo del Innovation Fund sigue siendo una fuente relevante para proyectos de demostración industrial a gran escala, con posibilidades de financiación para instalaciones “first-of-a-kind” que apoyen la escalada productiva en Europa. Es recomendable monitorear las nuevas rondas del Innovation Fund y preparar candidaturas que evidencien capacidad industrial y reducción de emisiones.
Las oportunidades prácticas para quienes diseñan proyectos pueden agruparse en tres estrategias complementarias. En primer lugar, desarrollar propuestas para los topics de Batt4EU en Horizonte Europe, integrando capacidades de I+D, validación experimental y socios industriales que aseguren la escalabilidad. En segundo lugar, combinar esas propuestas con solicitudes a instrumentos nacionales o fondos regionales, que en muchos casos permiten cofinanciar parte del CAPEX (gasto de capital) asociado a demostraciones y primeras fases de industrialización. En tercer lugar, preparar hojas de ruta para acceder a esquemas de financiación de mayor escala (Innovation Fund, mecanismos de inversión público-privada) cuando el proyecto alcance niveles de madurez elevados. Estas tres vías aumentan la probabilidad de convertir resultados técnicos en instalaciones operativas.
Al diseñar una propuesta, es crucial atender aspectos transversales que los evaluadores valoran: evaluación del ciclo de vida y criterios de circularidad desde la fase de diseño, estrategias claras de suministro y mitigación de riesgo frente a materias primas críticas, y planes de reutilización y reciclaje para favorecer la segunda vida de las baterías. Asimismo, incluir métricas verificables de rendimiento (kWh, duración, ciclos de vida, coste por kWh instalado) y escenarios de impacto en la red permitirá demostrar la relevancia del proyecto para la transición energética local o internacional.
La colaboración internacional y la formación de consorcios sólidos son determinantes. Las convocatorias europeas suelen exigir socios con capacidades complementarias: fabricantes de celdas, integradores de sistemas, operadores de red, centros de ensayo y entidades regulatorias o clientes finales. Además, la existencia de instrumentos a nivel regional, nacional y europeo permite distribuir riesgos y aprovechar sinergias entre diferentes programas.
El periodo 2025–2026 abre una ventana concreta para impulsar proyectos de baterías y almacenamiento en Europa. Si deseas preparar propuestas competitivas, debes integrar excelencia técnica, alianzas industriales y una estrategia de financiación coherente. Para todo ello puedes apoyarte en SACSIS que identificará por ti las ayudas más adecuadas para cada fase del proyecto.
El acceso a la infraestructura de alto rendimiento promovida por EuroHPC y a las denominadas AI Factories abre nuevas oportunidades para grupos de investigación que se dedican a la simulación numérica a gran escala, modelado de datos biomédicos o entrenamiento de modelos de inteligencia artificial de gran tamaño. Más allá de la simple capacidad de cálculo, estas plataformas proporcionan soporte técnico, servicios especializados y marcos de acceso diseñados para proyectos científicos, industriales y colaborativos.
EuroHPC reúne un conjunto de sistemas pre-exascala y petaescala distribuidos en varios centros europeos. Entre los sistemas disponibles se encuentran LUMI (Finlandia), Leonardo (Italia) y MareNostrum 5 (España), que están entre los superordenadores más potentes del mundo. Estos recursos se gestionan de manera coordinada y su catálogo y capacidades técnicas se mantienen actualizados en el portal del Joint Undertaking.
Además de las máquinas tradicionales, EuroHPC está implementando capacidades cuánticas como parte de su hoja de ruta hacia la computación híbrida. En 2025 se realizó un avance significativo con la inauguración de un nuevo ordenador cuántico en Ostrava (República Checa), diseñado para complementar la infraestructura de supercomputación y facilitar experimentos de investigación en nuevos paradigmas computacionales.
Las AI Factories representan la evolución operativa de EuroHPC para atender las necesidades específicas del desarrollo de modelos de IA a gran escala. Estas instalaciones ofrecen no solo tiempo de cálculo optimizado para el entrenamiento de modelos, sino también servicios de apoyo para optimizar pipelines, gestionar datos a gran escala y asegurar prácticas de desarrollo responsable. La iniciativa AI Factories se integró formalmente en el programa de trabajo de EuroHPC.
En 2025 EuroHPC amplió su red de AI Factories seleccionando nuevas ubicaciones y, de forma complementaria, convocando la creación de “AI Factory Antennas” para extender el acceso y los servicios a ecosistemas nacionales y regionales. Estas antenas actúan como puntos de contacto locales que facilitan la adopción y el uso de las capacidades de una AI Factory central, contribuyendo a democratizar el acceso en distintos países europeos. En octubre de 2025 se hizo pública la selección de nuevas fábricas y de 13 antenas que ampliarán la red de apoyo. En España, la iniciativa HealthAI busca posicionar a Europa como líder mundial en productos, servicios e investigación de «One-Health». Desarrollará IA fiable, adaptada a la salud humana, animal y ambiental, y contará con una plataforma experimental para probar modelos de IA.
Para los investigadores interesados en utilizar estos recursos existen diversas vías de acceso. EuroHPC publica convocatorias y mecanismos de acceso que abarcan desde proyectos colaborativos hasta convocatorias de acceso competitivo para uso científico. En 2025, por ejemplo, se lanzó una convocatoria de proyectos de colaboración internacional gestionada por el CDTI en España, financiada con fondos vinculados a iniciativas nacionales y europeas, lo que ilustra la sinergia entre programas nacionales y la infraestructura paneuropea. Registrar la propuesta y cumplir con los criterios técnicos y de alineación (por ejemplo, con Horizonte Europe) es un requisito habitual.
Las AI Factories han establecido modos de acceso diferenciados para atender a diversos perfiles de usuario: desde entornos exploratorios con acceso limitado, hasta canales para demandas intensivas de GPU y franjas para proyectos de gran escala, además de vías preferentes para investigación pública y proyectos financiados por programas europeos. Estos modos están diseñados para facilitar el escalado progresivo de grupos que comienzan con experimentos piloto hasta aquellos que requieren capacidad masiva para entrenar modelos fundacionales.

Si eres parte de un equipo de investigación y estás interesado, primero deberías preparar una solicitud sólida que describa claramente los objetivos científicos, la necesidad real de recursos HPC/IA y el plan de gestión de datos. En segundo lugar, identificar la modalidad de acceso adecuada (acceso competitivo, cuota para usuarios de proyectos europeos, o colaboración con una AI Factory/antenna). En tercer lugar, aprovechar el soporte técnico que ofrecen las fábricas: servicios de optimización, asesoría en workflows y, en muchos casos, ayuda para adaptar modelos y pipelines a infraestructuras heterogéneas.
Las oportunidades prácticas incluyen la participación en convocatorias de EuroHPC para proyectos de colaboración (que suelen financiar el acceso y la integración con infraestructuras nacionales), la solicitud de acceso directo para cargas de trabajo específicas y la cooperación con AI Factory Antennas locales para recibir apoyo en la preparación técnica.
A nivel científico, contar con acceso a supercomputación y a AI Factories permite abordar estudios de gran complejidad: simulaciones físicas de alta resolución, análisis de cohortes genómicas a gran escala, entrenamiento de modelos generativos para ciencia de materiales o ensayos de integración entre modelos de simulación y aprendizaje automático. Además, el enfoque europeo incluye un componente explícito de desarrollo de IA confiable y responsable, por lo que las fábricas apoyan prácticas que favorecen la trazabilidad, la explicabilidad y el cumplimiento de marcos regulatorios.
Si eres investigador y deseas enfrentar retos científicos complejos, acelerar el desarrollo de soluciones, fortalecer la colaboración global y liderar una nueva generación de ciencia impulsada por HPC e inteligencia artificial ética y responsable, contáctanos, te ayudamos.
Sociedad para el Avance Cientifico, Society for the Improvement of Science.
Edificio Agora,
Avda. Via Apia, 7
Planta 6, Oficina 9
41016 – Sevilla
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